Véase tambiéntextos 1984-2005
¿Se puede hablar de paisaje ante el universo plástico de Cristina Martínez? ¿Cómo pueden describirse los fragmentos fantasmáticos e inmateriales de la naturaleza imaginaria y sensible que propone el artista? Un " paisaje interior", abstracto e informal, apenas sugerido y que aflora con delicadeza sobre el papel o la tela, puede sustituirse a cualquier realidad de la naturaleza? La definición de "paisaje" en el diccionario Robert es " parte de un país que la naturaleza presenta al observador" - corrobora la fragmentación, la parcelación , el estallido que practica C.Martinez a partir de sus impresiones, de sus sensaciones, del goce que le provoca la contemplación de la naturaleza. El paisaje viene después de la naturaleza; es lo infinito dentro de lo concluso. Cristina Martinez nos habla de naturaleza antes de hablarnos de paisage.
Después de largos años , las búsquedas del artiste, efectuadas con una libertad que ella califica de "espontaneidad regulada" , están dominadas por la maestría del trazo. Los entramados de trazos regulares, las tramas fluidas, las ondulaciones vibratorias se suceden en una especie de coreografía musical donde la tierra, el agua y el cielo se confunden a la manera de ciertas pinturas impresionistas y particularmente de Monet cuando decía querer "ahogar" las nubes en los reflejos del Sena. Afirmando " dejar la imagen venir", ella dice "buscar un equilibrio y detenerse cuando tiene la impresión que una cierta naturaleza se instala" ; lo que le interesa es " buscar y encontrar formas ". No es entonces el objeto mismo de la naturaleza que le procura sus formas , sino la memoria sensible que ella puede guardar del agua o de otro elemento. "Soy incapaz de dibujar el mar, lo que provoca en mí el deseo de una imagen , es la idea del agua, la memoria táctil, física, sonora, es la experiencia o la illusión que tengo de la naturaleza." Que ella utilice el lápiz de color, el pincel o la pluma y la tinta, C. Martinez crea, como dice Charles Juliet a propósito de Fabienne Verdier "un arte que nace del olvido de las reglas, fuera de toda intención, de toda voluntad, un arte que parece nacer de él mismo, sin que tenga que intervenir la persona de donde él nace." Libre e intemporal, su gesto creador no busca a describir o ilustrar, a pesar de los títulos que da a sus obras ( selva, esferas vegetales, árbol, constelaciones, hierbas, río,), inventa un universo de sensaciones, que el dibujo hace visible.
... La exposición, que muestra la evolución de su obra a partir de los años 70 no ha sido organizada para servir una cronología, sino para hacer perceptible un recorrido en el espacio donde la alternancia de luces y sombras subraya el propósito estético y provoca un goce contemplativo. El recorrido crea una atmósfera y también induce a un camino a la vez misterioso y poético. ...La artiste explica que es el gran despojamiento arquitectural y la luminosidad de las salas de la Capilla que le sugirieron, en parte, una nueva lectura de su trabajo articulada entre una luminosidad levemente coloreada y la utilización de manera exclusiva del negro, el gris y el blanco. El trabajo sutil del color está siempre presente en las obras más antiguas que testimonian de la sensibilidad cromática del artista y de su relación perenne con las fortunas de la luz. La belleza del sitio ha estimulado las interrogaciones sobre la desaparición y la aparición, sobre el misterio de la obscuridad y de la luz, sobre la ilusión... ... Después de haber trabajado la luz diurna, es la luminosidad de la noche que le interesa.. ¿Cómo representarla? ¿cómo captar, fijar la realidad y la memoria de ese impalpable transitorio? La noche y el día, figuras y símbolos, instantes de misterio, libran la relatividad de una naturaleza reducida a su esencia; atmósferas, evocaciones, pasajes... un infinito perfecto o imperfecto que utiliza la vacuidad. Cristina Martinez explica que es el trabajo a la pluma que le permitió avanzar en la representación de la noche. Con la sucesión de trazos las formas surgen por olas y según ciertos ritmos; la construcción de la imagen, espontnánea y libre, es ascendente. la noche no va sin el día y la irrupción de la claridad en la sombra funda la elección de las obras presentadas.
La primera sala está orgqnizada bajo el signo del blanco y del negro, del cosmos y de las constelaciones, pero se encuentran también algunas obras sorprendentes que el artista ha realizado con alas de mariposas muertas. Que se trate de la pintura " El río" (1999) o de tintas a la pluma intitulada "Constelaciones" (1998), "Espejo de estrellas" (2006), o "Columna de viento" (1999), el dibujo parece sostenido por una energía interior que dispersa y aglomera "ramillas", "gotitas", "lineamientos", "segmentos", "rasguños", " reflejos tornasolados" , "listados de la piel" unidos en el mismo impulso. Sin embargo todo es movimiento, torbellino, nada es estático. Todo respira, se mueve, evoluciona, nada está fijo. El espacio modelado está en permanente temblor, el dibujo un haz de trazos que resurgen. Del empleo de las alas de mariposas se retiene el símbolo universal, el de la belleza evanescente y el misterio de las metamorfosis. Incluso si Cristina Martinez no se interesa particularmente a los orígenes míticos de la mariposa, no se puede dejar de señalar las correspondances simbólicas entre el alma( Grecia antigua), la salvación ( mundo cristiano) o mas ampliamente los sueños y las quimeras. Sólo representa para ella un elemento gráfico, que utiliza como parte de un vocabulario formal. En " Suite de fragmentos" (2009), el espacio ritmado como una partición evoca aún más la dimension musical de su obra. En el centro de la sala, una instalación realizada para esta exposición y constituida de dibujos a la pluma, se inspira en el célebre poema en caligramas de Mallarmé " Un coup de dés jamais n'abolira le hazard". La artista transpone en imágenes abstractas la disposición espacial del texto , del cual conserva el título original, las zonas de sombra y las zonas de luz haciendo eco y reemplazando las frases y las palabras. En 1969, el poema mítico del poeta francés había ya inspirado al artista belga Marcel Broodthaers, el que había publicado en Amberes la reproducción exacte de la obra caligráfica donde cada palabra rayada está recubierta de tinta. En cuanto a Cristina Martinez, ella respeta el grafismo del poema que instala, materialmente, en frente de su interpretation plástica. Confirmando sus propios criterios a la vez conceptuales - titre/hasard - y formales - las constelaciones - crea una nueva obra, doble plástico del poema de Mallarmé. El grafismo que ella utiliza, las zonas oscuras y los puntos blancos se inscriben en ese espíritu de trama en movimiento por el que tiene predilección, buscando así la esencia de lo real. Estamos aquí frente a una evocación estética, táctil y sonora del poema.
En la segunda sala y concebida especialmente para el lugar, la instalación " Trazo de luz " ( H: 7m.x 2,50m.) que sucede a otra instalación presentada en 2006 e intitulada " Trazo de sombra " ocupa el muro del fondo de la sala e impone su aura luminosa. El espacio en blanco en el centro de la composición, tal un camino de luz, irradia por el contraste producido por las centenas de discos de papel, tratados a la tinta China con jaspeados ocre, dispuestos de un lado y otro de la superficie virgen. La artista revindica la ausencia de símbolos en esta instalación que describe como un gesto esencialmente gráfico...
La afirmación desde hace muchos años de un discurso estético coherente, a la vez en el concepto y en la forma, sirve una búsqueda y y una sensibilidad donde se inventan y se cruzan líneas que se encadenan, al correr del gesto y del instante, las unas a las otras, las unas en las otras para formar una madeja, una trama tanto musical que formal.
La experiencia de la naturaleza es vivida en ósmosis a partir de sensaciones donde se cristalizan los límites de su representación. La naturaleza hace irrupción antes que el paisaje , en la invocación de elementos tales que el viento, el humo, las nubes, el agua, las volutas, los torbellinos.... Cristina Martinez ama la naturaleza, la capta en su dimensión la más abstracta que sólo una mirada en la proximidad la mas íntima puede suscitar, como si sería escrutada a la lupa, penetrada en lo mas profundo. La artiste teje de manera sutil una obra de apariencia frágil, su arte sólo fija lo efimero.
Christine Frérot,
Resistencia visual (Oaxaca, Mexique, préface Edouard Glissant, éditions Talmart, Paris.
19, avenue Jeanne d'Arc 94110 Arcueil
Courriel : frerot@ehess.fr
Tel : 01 49 12 84 38
Port. : 06 89 09 20 98
A veces, Cristina Martinez dibuja columnas de viento, estelas de tempestad, pilares aéreos, contrafuertes inmateriales, soplos que se arremolinan y se elevan. Lees algunas frases de Vientos (1964) de Saint John Perse: " Eran muy grandes vientos sobre todas las superficies de este mundo , / Grandes vientos alborozados que no tenían rumbo ni morada." Cristina Martinez sugiere un tornado que se arremolina, que da vueltas y revueltas sobre su eje.
Cristina Martinez está fascinada por el vortex, el remolino hueco y. cavernoso que se produce en la evacuación de un líquido. Resiente el vértigo, el deslumbramiento. La Naturaleza tiembla, vibra, vacila. En sus dibujos, sus pinturas, en sus volúmenes discretos, Cristina Martinez da a ver lo impalpable que emociona, lo indefinido punzante, lo indeciso que sorprende, lo ilimitado cambiante, las energías ignoradas, las fuerzas disimuladas, los enigmas inestables y esenciales, las intensidades inesperadas, los más allá insólitos.
En sus Libros proféticos , William Blake ( 1757- 1827) imagina los torbellinos que son " los vacíos estrellados de la noche". En El aire y los sueños ( 1943), Gaston Bachelard evoca" el remolino cosmogónico, la tempestad que engendra, el viento de cólera y de creación ".
Algunos dibujos ( 1998) de Cristina Martinez se intitulan: Un momento errante, Un momento reviene, Un momento sin tachadura, Via láctea, Un momento de confusión . Algo del cielo nocturno se interroga. Ese algo es un instante fugaz, una transformacion, un juego efímero de lo oscuro y del estallido luminoso, un encuentro, una fortuna.
Recientemente Cristina Martinez propone otro juego grave. La ilustración del poema typográfico y cosmogónico de Mallarmé, Un coup de dés n'abolira jamais le hasard (1897). Cada página corresponde a la potencia del cielo estrellado, a las constelaciones.
O bien Cristina Martinez crea una estela con alas de mariposas y en vidrio. Evoca colores livianos, dispersos, volantes. Los colores planean, se diseminan, se pierden; son los deseos errantes, las esperas vagabundas, los caprichos nómades. Bajo nuevos fulgores las alas frágiles de las mariposas resplandecen y se transforman. El poeta Francis Ponge percibe la mariposa como un "minúsculo velero de los aires maltratado por el viento en pétalo superfetatorio."
A veces, Cristina Martinez utiliza capas sucesivas de trazos regulares de lápices de colores. Imagina apariciones y ausencias, surgimientos y desapariciones. Se dibujan las sombras de los árboles, las ventanas desdibujadas vistas al bies, toldos lejanos, escaleras que llevan a subsuelos ignorados, basamentos dudosos de arquitecturas indistintas, piscinas indefinidas, edificios minados, lluvias alteradas, los túmulos, las encrucijadas donde se encuentran vías desconocidas, estructuras arqueológicas, una casa que se construye cerca del agua, los canteros del Jardin de Plantas... O, además, ella sugiere las " plantas esferas", los globos vegetales, las "plantas-planetas".
Desde hace mas de treinta años Cristina Martinez busca a captar lo invisible, a hacer palpable el aire y el viento, la sombra y la luz, desplazando la mirada hasta el límite de lo visible. Que dibuje al lápiz o a la pluma, que realice collages o pinturas, el artista elabora un universo gráfico en el que se expresan la belleza y la fragilidad de la vida.
Hacia el fin de los años 1970, comienza a dibujar "lo imperceptible", a querer expresar la textura misma de la atmósfera por la acumulación de trazos. Usted dijo en aquella época que trataba de "acariciar el papel con una cierta regularidad hasta llegar allí donde el ojo puede ver y a la vez no más ver". ¿ De qué manera llegó a ese trabajo?
Estaba insatisfecha de mi trabajo anterior que era multiforme y donde todo se transformaba en obstáculo. Pero esta práctica me aportaba, entre otras consecuencias, una confiante lentitud en la ejecución, permitiéndome tener una actitud mas íntima entre mi cuerpo y la imagen en devenir. Mi trazo se transformó en caricia, la piel estuvo implicada en el gesto. El recuerdo del aire , que me había estimulado, encaminaba el trayecto del ojo.
Sus dibujos no representan el paisaje en tanto tal. Parecen reconstituir las sensaciones de paisaje. ¿ Cómo transpone su experiencia de la naturaleza en los dibujos ?
Para mí, no se trata de dibujar el aire. Mi cuestionamiento está en la trayectoria del ojo , que sitúa rápidamente un tema de interés. Seducido por la visión , por la posibilidad de retener y de transformar, se posa sobre el papel, guía la mano. Es la conciencia de este trayecto que permite captar una realidad otra donde el tiempo se ha infiltrado. La conciencia de la visión, del cuerpo, de la mano, del tacto en una colaboración mutua se produce en el momento de la execución de las ideas, de la utilización de diferentes técnicas, de la toma de conciencia de sí mismo. Uno se alimenta de sensaciones que ejercen una acción, que penetran en un inconsciente que funciona.
La hoja de papel es un espacio donde ese funcionamiento deviene autónomo.Yo incorporo sobre la hoja, por medio de la técnica y la puesta en el espacio, sensaciones múltiples de simbiosis con la naturaleza , percepciones del ojo que ve, retiene, borra, transforma. Está la sensación de aire alrededor del cuerpo,, que envuelve tanto al paisaje como al caminante. Es una percepción de la naturaleza en mis recuerdos los más vivos, el de una naturaleza abierta, simple, con pocas transformaciones humanas.
Algunas de sus obras se llamanSelva, Arbol, Esfera-vegetal...
Mi noción del paisaje es una referencia a la naturaleza en general más que una idea de paisaje compuesto de horizonte, cielo, y tierra. Los títulos que doy a mis dibujos son bastante abstractos en sí et se refieren a una entidad en el mundo natural: la multitud en la selva, la flecha en el árbol. La esfera vegetal es una tentativa de sincretismo entre el mundo del espacio y el mundo de la tierra.
¿De dónde viene la la elección de utilizar el lápiz de color? Técnica a menudo asociada a la infancia, con la que Usted realiza obras de una gran sutileza.
Todo medio es válido, desde la punta de los dedos hasta las nuevas tecnologías. Todo depende de la manera como el artista se las apropia. En mi infancia, los lápices de color tomaron mucha importancia. Guardo un recuerdo maravilloso de las cajas de lápices de color que nuestro padre nos componía. Yo les sacaba punta con un cortaplumas para obtener la eficacia máxima del trazo. La goma era mi segundo útil, la autocrítica siempre en acción. Actualmente, yo aprecio en este útil el color seco y sin polvo, la fuerte adherencia al papel, la intensidad tanto en los trazos finos como en los trazos flous, lo que permite crear transparencias vibrantes. Esta intensidad es modulable al infinito según la presión de la mano. Mi mano siempre acogió mejor un lápiz que un pincel, y yo no utilizo más la goma que para limpiar los bordes.
En los años 1990 y 2000, su trabajo pasa al negro, al gris. ¿Cómo se efectuó el pasaje de los dibujos diurnos con lápices de color a las pinturas grises y a los dibujos nocturnos en pluma?
Había un deseo obsesivo de representar la noche, pero para mí era imposible alcanzarlo con los lápices de color. Hubo entonces un salto en la técnica. Los pigmentos en polvo trabajados directamente a la mano, y también la tinta China y la pluma, me permitieron acceder a la otra vertiente de la luz.
En las pinturas "grises" pareciera que está en búsqueda del movimiento por medio del trazo, pero los trazos parecen inmersos en una atmósfera luminosa que los envuelve, próxima de los dibujos precedentes. En los dibujos a la pluma, Ud utiliza de nuevo una acumulación de trazos para obtener una sensación de viento o de luces nocturnas...
Practiqué esas dos técnicas al mismo tiempo en alternancia para explorar temas diferentes. En las pinturas con pigmentos en polvo trabajé sobre todo las imágenes del agua. El cielo estaba siempre presente pero se concretizó sobre todo en el trabajo a la pluma.
La búsqueda de movimiento en mis imágenes es una preocupación constante. Al interior de todas mis composiciones hay esa búsqueda de equilibrio y de desequilibrio que hace que la imagen sea dinámica. Es un proceso en la construcción de la imagen. Cuando los gestos vienen directamente de la mano, como en las pinturas, el movimiento es más lisible que en los dibujos, donde el plumeado regular del lápiz o la pluma construyen el espacio. Los movimientos ascensionales que dibujan y diversifican mis Columnas de viento nacieron de la observación de remolinos de viento que se forman en las playas, una forma de viento alrededor de un vortex natural.
Algunos de sus dibujos nocturnos son de una luminosidad que tiene algo de maravilloso. Esas obras, ¿ nacieron a veces de la observación directa del cielo estrellado?
Queria traducir una visión de la Vía Láctea. En esta intención hay un acercamiento a mi infancia. Pasábamos los veranos al borde del mar. A menudo,extendidos en la playa mirábamos ese camino estelar y pasábamos nuestro tiempo a contar las estrellas fugaces. Es un espectáculo maravilloso que se puede observar en el hemisferio sud. Yo quería captar ese momento cautivante.
Dibujé constelaciones, planetas, soles en un cielo tan cargado de trazos que a veces se transforma en una oscuridad absoluta. No se trata de copias de fotografias, es una verdadera invencion del cielo. Hay una distancia enorme y casi ingenua entre mis dibujos de constelaciones y las fotografias reales del cielo. El espacio tiene una extension tal que se podría imaginar que mis constelaciones son del dominio de lo posible.
Además de su trabajo de dibujo y pintura, realiza composiciones con alas de mariposas. A veces hace collages combinando el dibujo a la pluma y fragmentos de alas. ¿Por qué comenzó a trabajar con este nuevo material? ¿Qué significan para Usted ?
La necesidad del color reapareció después de una decena de años de trabajo en blanco y negro. Recibí como regalo una mariposa Morpho naturalizada y desde entonces admiré su belleza, sintiéndola como una provocación al orden de lo posible. A menudo pensé en destruirla, un día decidí comprarr un ejemplar parecido y lo rompí en pedazos con la sorpresa que cada fragmento guardaba en su forma particular de quebrarse la misma belleza particular. De esta manera pude comenzar a introducirlas en mi trabajo. Primero fueron collages sobre vidrio, más tarde los introduje en mis dibujos a la pluma, últimamente he hecho planchas poniendo en evidencia un inventario de las formas de esos fragmentos. Es la incorporación de un elemento natural en mi obra, que me interesa.
Exposición personal de Cristina Martinez,
La ilusión del día y de la noche, Capilla de las Ursulinas , Quimperlé du 28 mars au 13 juin 2010.